En 2012 pudimos aislar una micobacteria, el Mycolicibacterium manresensis en el río Cardener, en Manresa. Un río generado a partir del deshielo de la nieve del Port del Comte, Serra del Verd y Serra d’Ensija. A partir de entonces, la empezamos a caracterizar para demostrar su inocuidad y poder producirla de manera industrial.